14.10.10

san pocho y los libros de la buena memoria

Los Habitués, además de canturrear, en sus tiempos libres (que son muchos más de los que debieran), leen. Lectores anárquicos, autodidactas y sin método (y sin memoria), leen cualquier cosa, no importa qué. Leen, leen, leen, febriles y ávidos, cualquier cosa, impresa o manuscrita, que les caiga en las manos.

No voy a entrar en detalles pero cuando digo cualquier cosa, es cualquier cosa... Libros, revistas, catálogos, cartas de restoranes, todo tipo de pasquín, fanzine o folletín. Y a falta de papel impreso, leen los astros, las líneas de la mano y la borra de café... Decía, cualquier cosa menos una, el novelón ese que tiene un tipito rojo con una cornetita en la tapa, que a esta altura del partido para ficción prefieren a Raibradburi.

Como no son propensos a veneración ninguna, a las Catedrales del Saber en general van pero para aprovechar el silencio y el fresquito y dormirse una siesta. Como son desprolijos e inconsecuentes, y no profesan esa reverencia casi religiosa, al borde del fetichismo, por el objeto "libro" (en general los prestan, incluso antes de leerlos, para olvidarlos para siempre, o los regalan o, sencillamente, los pierden), sus bibliotecas se encuentran más bien despobladas, aunque alguna perla siempre puede encontrarse en el estante más alto.

Sus autores preferidos son muchos y variados (cualquier cita es buena para refutar a los dogmáticos cultores de cualquier fe, científica, política o de la otra), y sus filosóficas búsquedas del tesoro llegan a los más insospechados rincones del saber deshojando, masticando y despanzurrando las grandes páginas de la literatura universal. Desde, por ejemplo, Roberto Arlt y Homero Manzi, pasando por Milankundera, Bertolbrech o Jermanjés hasta Belén Francese y José Narosky. Algunos de sus libros de cabecera: las obras completas de Sócrates, el Kama-Sutra ilustrado, cualquier cantidad de manuales de auto-ayuda y de plomería, tratados de alquimia y filosofía hermética, Yanpolsartre y todo lo de Salgari; La Comunidad Organizada y El Capital en tomos, el horóscopo de Ludovica y por las dudas el de Horangel, La razón de mi vida, Condorito y Las locuras de Isidoro, son algunos otros, por citar un poco a la que te criaste obras señeras y determinantes en el desarrollo de la cosmovisión y la filosofía habitué.

Pero como la doctrina es la doctrina, y fieles como son a las veinte verdades de San Pocho, su lectura de cabecera es, ahora y siempre, un buen par de alpargatas. Siempre andan con un par bajo al brazo para leer en el bondi o en la cola del banco.

Y esto es importante, porque se acerca una fecha fundante, San Pocho como decíamos, en la que la negrada se animó a refrescarse las patas en las fuentes primordiales, y los Habitués, orgullosos, han sido invitados a cantar ese día, justo ese día, en el cierre de la 4ta Feria del Libro en la querida ciudad de Lanús (y pa' colmo, en la Universidá). Anote:

domingo 17 de octubre
4° Feria del Libro UNLa 2010
Universidad de Lanús, Edificio Talleres
Hipólito Yrigoyen 5682, Remedios de Escalada, Lanús
18 hs. - entrada libre y gratuita


Así que inmejorable la ocasión para intentar superar aquella vieja y gastada antinomia de "alpargatas sí, libros no" que tantas confusiones crea, dándose una vuelta el domingo (está pronosticado un auténtico día peronista) por la Feria que es gratis a ver qué onda, y de paso escuchar a los Habitués, que como hace mucho que no cantan gracias al bueno de MauriSSio, allí estarán con emoción e hidalguía para ponerle un poco de letra callejera y música al evento, además de, claro, festejar San Pocho y brindar por todos los descamisados que han sido, son y serán.

¿Se vemo' ahí?
¡Salú!

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