Pero de don Sigmund para acá, los tangueros niú eish han ido dejando caer en desuso algunos de esos tópicos ("tips" se dice ahora). Mencionaremos aquí dos de ellos, quizás los más sobresalientes: la traición de la pérfida minusa, con la consecuente retahíla de lamentos de todos los colores, y la eterna veneración por la “viejita”, la santa madrecita a la que hace sufrir, que lo visita en la cana, lo espera con el mate y le lava los despechados calzones.
Hoy por hoy casi nadie, tanguero o no, se preocupa gran cosa por estos temas, y cualquier pelafustán hace alharaca en cualquier mesa de café de tenerlos “resueltos”, quien más, quien menos, diván mediante: los taitas modernos ya no sufren cuando los abandonan, y, saludablemente, prefieren evitar el incómodo y traumático procedimiento de andar pegando cuchillazos de rencor, sea a la naifa, sea al coso, para lavar el honor, que bien puede quedar un poco sucio que ya nadie se atormenta o escandaliza.
Y en cuanto a la omnipresente “vieja”, el complejo de Edipo es cosa del pasado. A la vieja se le cantan en su momento cuatro frescas, después se hacen las paces para que se ocupe de los nietos, y cada uno por su lado, feliz de la vida, con un trauma menos y sin molestosas montañas de culpa. En fin…
Hoy es el día de
Los Habitués en sus ratos melancólicos se desvelan pensando en una piedrita desnuda, girando vacía en el espacio, sin árboles, sin agua, sin gente. Y sienten que no hay derecho, que es injusto, criminal, hacerle eso a la vida, a cualquier vida, madre vida, y a los hermanos de la vida. Porque como hijos todos de la misma madre, ¿no resulta entonces que somos todos hermanos?, que no es poca cosa, y el mundo sería otro bastante más lindo si honráramos el lazo. Y la vieja estaría, además, por fin, orgullosa de nosotros.
Por todas estas cosas y muchas otras los Habitués hoy buscamos algún patio de tierra y hacemos nuestra cariñosa ofrenda a
Y de ahí, para despuntar el vicio, a zapatear como desaforados al compás de una chacarera…
¡Feliz día, Pacha! ¡Salute, y gracias! ¡Y que cumplas muuuuuuuuuuuuchos millones de años más!
No hay comentarios. :
Publicar un comentario