29.11.09

La próxima. ¿La última? Misterio...

Sabrán disculpar la insistencia pero llega febrero, llega Carnaval, y Los Habitués se van despidiendo de este año 2009 que tantas alegrías les dio cantando, una vez más, junto a sus queridos amigos y amigas ahí en el barrio de Flores que los vio nacer.

Saquen lápiz y papel que van los detalles del convite:

sábado 5/12

LOS HABITUÉS
tango y murga fueyserá
en
CRITERIO Café Cultural

2 funciones: 21:30 y 23 hs, masomeno

¡a la gorra!
 
Varela 503, entre Avenida Directorio y Tandil.
A 6 cuadras de Plaza Flores, la del Angel Gris, pa’l sur.


¿Se vemo' ahí? ¡¡¡Vamo'!!!

¡Salú!

PD: por correo les mandamos el volador para que nos den una mano pa' difundir. Los Habitués, una vez más, agradecidos.

otras fechas

domingo 6/12

18hs
Festival Cultural Solidario

Achupallas y Rafael Obligado, en la plaza histórica del Barrio Villa Dorrego 
González Catán, La Matanza - Ruta 3 km 30  
desde las 13 hs
Folclore, trova, murga... en fin, un montón de artistas del barrio y de por ahí...

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22hs cerrando el
Pre-Carnaval 2010
Murguiondo y Zelarrayán Villa Lugano
desde las 17 hs


¡Salú!

27.11.09

Los brazos de mi padre en las banderas

A los Habitués, como se sabe, nos gusta homenajear a los poetas. Un poco porque sí, por el sólo hecho de serlo, otras veces por razones más del propio corazón que quizás no vienen mucho al caso.

Pero hoy es el cumpleaños de Miguel, nuestro querido Miguel (algunos compañeros de ahí, de la Matanza, de Villa Las Antenas, quizás lo conozcan como Moreyra. Otros, como el Chango). Poeta, músico y cantor, militante, ceramista, padre y compañero, un poco atorrante, enamorado de su pueblo y amigo entrañable. Hoy, no está. Pero dejó, entre otras cosas, sus canciones.

Sabrán perdonar, pero pa' mi, y pa' muchos, creo, esta zamba que es de él es la más hermosa de todas. Pero de todas todas...

Zamba para la guagüita

Quise hacerte esta zambita
Pa’ que aprendas a cantar
El canto de nuestra tierra, guagüita
La más hermosa que hay

Quise hacerla bien sencilla
Dos o tres tonos nomás
Para que puedan tus manos chiquitas
Acompañarla al cantar

Quise hacerte esta zambita, guagüita
Pa’ que aprendas a cantar
Que ser humilde y muy pobre, petisa
Nunca debe avergonzar
Porque son pobres y humildes, guagüita
Los que amasaron tu pan


Quise hacerte esta zambita
Pa’ que aprendas a soñar
Con esa patria grandota, guagüita
Con que sueña tu papá
Patria sin pobres ni tristes, guagüita
Que mucho no ha de faltar

Hay quien crece para arriba
Y otros que en ancho nomás
Pero hay quien crece hacia adentro, guagüita
Y es lo que debe importar
Pues si lo de adentro es grande, guagüita
Siempre tendrás para dar

Quise hacerte esta zambita, guagüita
Pa’ que aprendas a cantar
Que ser humilde y muy pobre, indiecita
Nunca debe avergonzar
Pues si lo de adentro es grande, guagüita
Siempre tendrás para dar


¡Abrazo grande y emocionado, mi viejo! ¡Y Feliz cumple! Esta noche, en el silencio y en el corazón quedarán sus palabras suspendidas, presentes, brillantes. Un vino en su honor, cumpa, en homenaje a tanto amor. Parece mentira pero parece que por ahí haiga un reencuentro. En una de esas, quién te dice... Y ese día...

"Y que entonces juntos ese día
nos reiremos de alegría
diles, viejo Paraná..."

¡Salú!

22.11.09

Criterios habitués

Mi amigo Juan Carlos Larousse (dígase larús), tipo pequeño pero ilustrado que ya presentamos en otra oportunidá, dictamina que la definición de "criterio" es: "Norma para conocer la verdad". Ahá. O sea, se ve que vendría a ser una especie de parapsicóloga o similar llamada Norma a la que uno acude para conocer LA verdá.

Habitué: Y hablando de todo un poco, Norma, digamé, ¿cuál es la verdad?
Sra. Norma: A ver… No se ofenda, pero la verdad es que usted tiene toda la pinta de ser un perfecto chitrulo.
Habitué: Ahora lo entiendo todo. Gracias, Norma. ¿Qué le debo?

Mmm... me parece que esto no tiene un corno que ver. Pasemos a la siguiente definición. Juan Carlos, prosiga, por favor:

CRITERIO m. Juicio, discernimiento.

¡Ja! Si hay un grupo de malandras en este malhadado mundo que ni por asomo tienen una pizca de juicio, y mucho menos de discernimiento, son mis amigos Habitués. Juicios penales tienen. "¡La historia me absolverá!", dicen que gritó Moscato en una audiencia pública en la que se pretendía, ¡ilusos!, que pagará una multa por sacar la basura fuera de horario. ¿Y discernimiento de qué, además? Campari, que es bastante chicato, no discierne tres arriba de un burro, por ejemplo.

Ni hace falta que diga que los Habitués jamás disciernen entre "el momento oportuno" y "el peor momento" para ejecutar alguna cosa, cualesquiera que ésta sea, razón por la cual se la pasan metiendo la pata sin ton ni son y armando, claro está, imponderables quilombos que, a la postre, siempre terminan con un previsor y oportuno raje (ese momento sí lo disciernen bien, ¿vio?). Desde un "¿cómo está su marido?" a la flamante viuda de Etchepare, hasta ir a pedir la mano de Sonia Solís Peyrano el día que cumplía... doce añitos. "Parece más grande...", arguía Vittone con la bolsa de hielo en el ojo morado. Desde apasionadas declaraciones de amor eterno, en voz alta, a mujeres casadas (con jugadores de ragbi o forzudos levantadores de pesas), hasta por las dudas soltar un "no quiero" con 32 de mano. "¿Qué pasa, che, no hay que mentir acaso?".

Sintetizando, como los criterios que manejan en general para todas las cosas son más bien vagos, como ellos, apenas agarrados con broches de la ropa (o pegados con moco, diríase también), cuando no la mar de caprichosos, las cosas a veces se les complican, hay que decirlo, y llegamos por fin al punto de confesar que andan metidos en un brete de difícil resolución.



El asunto es así: se viene Carnaval y los muchachos, que andan con ganas de estar en primera fila, andan cortos de vento. Para usted, que ya se la ve venir, dejemé explicarle. La cuestión es la siguiente: Nino y Armando están emperrados con que no quieren manejar la chata de corso en corso (así pueden escabiar, dice Nino), y que la papa es contratar un escolar que te lleva y te trae hasta la puerta de tu casa y chaupinela con la alcoholemia y la mar en coche. Y mirá que los queremos convencer, pero los tipos insisten y hacen puchero...



Descartada la posibilidad de salir a escruchar un banco (¡ojo!, de la fiaca nomás que les da cavar un túnel, no vaya a creer), pedir un crédito (ninguno tiene recibo de sueldo), y, después de analizar distintas estrategias siguiendo ilustres ejemplos en esto de desplumar incautos con cualquier porquería, pensaron organizar un "Cantando por un Sueño" (el de Nino, claro, de poder mamarse a gusto), o un Baile "de caño" (¡todo el mundo a bailar...! Y aflojá la de cuero rapidito que esto es un asalto...).

Decidieron al fin, gracias a dios, pa' hacerse de unos morlacos sin demasiado esfuerzo, hacer una juntada a beneficio, de ellos mismos, claro, y como algo de pudor todavía les queda, parece, por ahí se cantan algo. Que además es lo que más les gusta hacer.

Así es que (¿cómo era eso del criterio?) los Habitués con su finísimo olfato, ¡ah, certera intuición!, su ojo de buen cubero, decidieron hacer las últimas presentaciones del año en los Buenos Aires justo a fin de mes cuando nadie tiene un mango...


Pa' ir cerrando entonces: Señoras y señores, los Habitués, a mucha honra completamente faltos de criterio, de juicio y de discernimiento, una vez más (no va a ir ni el loro, ya van a ver, manga de plomazos…), invitan a todos sus queridos amigos y amigas, familiares, vecinos, y a todos los amigos que todavía no conocemos que gusten prenderse, pa' que nos acompañen en esta patriada. Campanéa: Flores sur, barcito, nochecita de viernes y/o de sábado, una cervecita, por qué no un totín, amigos, bellas señoritas y apuestos caballeros, los Habitués como en casa, unos tanguitos y algo de murga. Y dos funciones dos cada noche en un evento íntimo, anplag-d-t, como se dice ahora, sutilmente de la gorra, y a la gorra (nunca para o con la gorra).

Sin compromiso de compra, total la gorra tampoco discierne, se vienen, se toman un vinito con nosotros y semo’ felices un rato. ¿Qué tul? Ta bueno, ¿no? Séee. ¿Ah, no? Nimporta, che, vénganse igual.




Queridos amigos y amigas, hermanos y hermanas de mi patria, compañeros y compañerazas, saquen papel y lápiz que el convite es el

viernes 27/11, el que viene, y el sábado 5/12

2 funciones: 21 y 23 hs., masomeno
 
en CRITERIO Café Cultural

Varela 503, entre Avenida Directorio y Tandil.
A 6 cuadras de Plaza Flores, pa’l sur.

¿Se vemo' ahí? ¡¡¡Vamo'!!!

¡Salú!

PD: por correo les mandamos el volador para que nos den una mano pa' difundir. Los Habitués, una vez más, agradecidos.

yo no sé, pero dicen que Los Compadritos Habitués la rompieron...

Que se sepa: Los Habitués son unos flor de avivados que no dudan en aprovecharse de la fama y el talento ajeno para sus rantifusos propósitos. Se cuelgan sin pudor del primer barrilete que pasa si les puede llegar a ser de provecho. Cosa seria, mecachendié...

Mirenlós qué atorrantes:


¿Ustedes se piensan que le pagaron a los niños? No. Estamo' en contra del trabajo infantil, dicen. ¿Ni siquiera un vaso de jugo? Tampoco. Sí, digaló más fuerte, doña, si tiene razón. ¡Qué roñosos! Manga de aprovechados...


Aquí los vemos, ayer sábado, junto a Los Compadritos de Consti, la murga infantil de ahí de Compadres del Horizonte. ¿A vos te parece? Lo que no logran por su cuenta (que el público baile y cante a rabiar), lo logran, claro, aprovechándose de la desinteresada mano que le dieron estos experimentados y talentosos murgueros, Karen y Damián (algunos dicen que fue lo mejor de la noche). Y bué...



Aunque hay que decir que la juntada no estuvo mal, si no todo lo contrario. Los Compadritos engalanaron la noche con su simpatía, bailaron como capos e interpretaron su canción de crítica coreada por todo el público. Un lujo, la verdá...
 

Solo queda agradecer entonces a los amigos de Compadres del Horizonte y a los 4 Payasos Muertos por el convite y la onda. Y en especial, claro está, a nuestros pequeños y queridos colegas por el honor de compartir el escenario.



"Teque-teque, toca-toca
esta murga está re-chocha
Compadritos hoy critica
y no se calla la boca."

¡Gracias por la magia, Compadritos!

¡Salú!

16.11.09

¿Dónde, cómo, cuándo? ¡Ah...!

LOS HABITUÉS
se complacen en presentar sus
próximas (dis)funciones


NOVIEMBRE

viernes 20
21hs
Recital a beneficio
Centro Cultural Macedonio Fernández
Martiniano Leguizamón 1470  Mataderos 
desde las 20 hs
Entrada libre y gratuita
junto a: Grupo de canto del C C. El Eternauta
(Dir: Camila Campodónico)
Invita: Coro Alquimia del C. C. M. Fernández
(Dir: Elsa Carballeda)


23hs
Casa Kúrkuma

Villarroel 1460  Chacarita  Entrada $ 10
desde las 22 hs
junto a Vamoarriba trío
http://www.myspace.com/vamoarribatrio

sábado 21
18hs
Festival Cultural Compadres del Horizonte

Av. Caseros y Pichincha, Parque Ameghino  Parque Patricios  
desde las 15 hs

junto a: Pampa Yakuza / Los Sabalos / La Brizuela Méndez / 4 Payasos Muertos / Los Otros Cuentos / Monstruito / Muestras plásticas y fotográficas + Artistas circenses + Murgas + Ediciones independientes + Teatro + Productos autogestivos + Proyecciones + Mesas de diversas organizaciones populares

21hs
Pre-Carnaval 2010

Murguiondo y Zelarrayán  Villa Lugano 
desde las 17 hs

Actuarán las murgas: Los Mamarrachos de Almagro / Los Diamantes de Soldati / Los Hechizados de Piedrabuena / Bufones de la Locura / Los Príncipes de La Boca


Y ojota, pa' agendar:

Los Habitués despiden el año en Buenos Aires (después se van pa' Rosario, se van) el viernes 27/11 y el sábado 5/12 en el portenísimo y querido barrio de Flores. ¡Más informaciones en el próximo boletintintín!

13.11.09

¡Que se me sube la mostaza, se me sube!



Sí, señores, es él.

El gran Rodolfo Manyalapietra, Cocoliche, el payaso luchador que hizo las delicias de grandes y chicos allá por las décadas del '30 y del '40, es, en realidad, nuestro querido Rodolfo Pascualón.

Rodolfo integró durante toda su fulgurante carrera de luchador la troupe de Esteban Sá, el visionario gallego que introdujo en el país las luchas de catch. Esta experiencia es previa a la televisación del asunto y los tipos, al estilo de los circos de antaño, hacían giras por barrios y pueblos donde instalaban la carpa y el ring. Cada función era todo un acontecimiento y la fama alcanzada por la troupe llegó a ser extensísima (llegaron a presentarse en Montevideo), y los hinchas se contaban por miles.

Cocoliche salía al ring con la cara pintada de blanco y, pionero, fue uno de los primeros por estos pagos que empezó a agregarle el toque de fantasía (los personajes, los disfraces) al mero hecho de cagarse a mamporros que después popularizó Martín Karadagián llevando la técnica y la imaginación a límites excelsos e inimaginables.

Inmediato antecedente del famoso Pepino el Payaso, se conoce que Cocoliche le inició acciones legales a Karadagián acusándolo de plagio. No sabemos en qué quedó ese asunto, en algún momento se habló de un duelo entre los dos payasos, pero no se sabe, y Rodolfo prefiere no hablar del tema.

Algún agravio, alguna deuda no saldada, los Habitués no conocen detalles, quizás alguna profunda desilusión, hacen que Rodolfo prefiera no recordar ni hacer alharaca sobre su pasado de titán. Pero Rodolfo llegó a ser un tipo famoso, la hinchada infantil lo adoraba, y dicen que algunos morlacos logró juntar en aquellos años, que le alcanzaron, dicen, para comprar el Chevrolet que todavía usa.

El argumento de sus combates, y perdonen si le pincho algún globo a algún abuelo memorioso pero el asunto estaba todo arreglado de antemano, era el siguiente:

Rodolfo, como todo payaso, es bueno y ama a los niños. Nada le colma más su corazón de payaso que la sonrisa de un niño. Los malos que hay en todas partes codician envidiosos el amor que los niños profesan a Cocoliche, pero como son malos y en su corazón no hay amor si no envidia no logran que los niños los quieran, por lo que no paran de hacerle cagadas al bueno de Rodolfo, que, como es bueno, los deja hacer y no reacciona (uno de los momentos preferidos de los chicos era cuando se ponía los anteojos para convencer a los malos de que no podían pegarle).

La fotografía, tapa a color del Gráfico (lo que da cuenta de la fama que alcanzaron estos titanes por aquellos años), ilustra el momento cúlmine de sus combates cuando, después de que le dan como adentro de un saco durante diez minutos, con anteojos o sin ellos, al final se calentaba (la reacción llegaba cuando uno de los malos insultaba o empujaba a alguno de los niños que se desvivían por defender a Cocoliche), y empezaba con su latiguillo "¡Que se me sube la mostaza, se me sube!", y ahí nomás soltaba el "yo soy bueno pero no soy otario" que le guiñaba cómplice a la hinchada, que en ese momento se empezaba a mear de excitación contenida.

Lo que seguía se puede adivinar: Cocoliche, que además de bueno era muy fuerte, no dejaba títere con cabeza, mientras la hinchada deliraba. Y cuando todos sus adversarios yacían tirados como bolsa de papas en el improvisado ring, llegaba el sublime gesto final, su toma característica, el golpe de gracia:

"Chicos, ustedes que son sabios, ¿qué es lo más lindo que hay en la vida?" le preguntaba pícaro a la platea (la foto ilustra este preciso instante). "¡¡¡Una sonrisa!!!", tronaba maliciosa la barra infantil. "¡Sí, señor, una sonrisa!" decía él, y, mientras dulcemente amonestaba al adversario de turno con frases como "¿por qué sos malo?, ¿no ves que ser bueno es más lindo?", o "mirá qué linda sonrisa que tenías escondida, tontolón", le enseñaba a sonreir con la peculiar técnica que muy bien puede apreciarse en la imagen.

Dejaremos aquí esta crónica de tiempos idos. Hace años que Rodolfo no combate: "tengo la mano prohibida", dice él, aunque algo de las viejas mañas todavía le queda y, corazón tierno, espíritu sensible, todavía a veces se le sube la mostaza. Sus amigos Habitués fueron parciales testigos de una mano sublime que se comió un maleducado que andaba molestando a unas damas en el viejo Conventillo de Teodoro, ahí en Almagro. No diré más, no es algo para enorgullecerse, y aprovechamos este medio para pedir las disculpas del caso. Pero que se la merecía, se la merecía. Y la ñapi, un toque nada más, casi una caricia, perfecta.

"¿Qué es lo más lindo que hay en la vida?" No sé, pero mis amigos se le parecen bastante.

¡Salute, Habitués! ¡Y salute, Rodolfo Manyalapietra, Cocoliche!

¡¡¡Cocoliche!!! ¡¡¡Cocoliche!!! ¡¡¡Cocoliche!!!

Avivate, pelandrún, que te pasás de zonzo...

El 13 de noviembre de 1901 nacía en Lincoln don Arturo Jauretche.



DE LA MADRE QUE LAS PARIÓ A TODAS
Y en particular de sus dos hijas mayores

Zoncera N° 1
"CIVILIZACIÓN Y BARBARIE"

"Antes de ocuparme de la cría de las zonceras corresponde tratar de una que las ha generado a todas —hijas, nietas, bis­nietas y tataranietas—. (Los padres son distintos y de distinta época —y hay también partenogénesis—, pero madre hay una sola y ella es la que determina la filiación).
Esta zoncera madre es Civilización y barbarie. Su padre fue Domingo Faustino Sarmiento, que la trae en las primeras páginas de Facundo, pero ya tenía vigencia an­tes del bautismo en que la reconoció como suya.
En Los profetas del odio y la yapa digo de la misma:
"La idea no fue desarrollar América según América, in­corporando los elementos de la civilización moderna; enrique­cer la cultura propia con el aporte externo asimilado, como quien abona el terreno donde crece el árbol. Se intentó crear Europa en América trasplantando el árbol y destruyendo lo indígena que podía ser obstáculo al mismo para su crecimien­to según Europa y no según América". 
"La incomprensión de lo nuestro preexistente como hecho cultural o mejor dicho, el entenderlo como hecho anticultural, llevó al inevitable dilema: Todo hecho propio, por serlo, era bárbaro, y todo hecho ajeno, importado, por serlo, era civili­zado. Civilizar, pues, consistió en desnacionalizar —si Nación y realidad son inseparables—."

(fragmento de Manual de zonceras argentinas, Arturo Jauretche, 1968)

¿Qué quiere que le diga? Tiene razón, don Arturo...




Y bué...

10.11.09

¿17 de octubre u octubre del '17?


No está muy clara la fecha en que fue tomada la fotografía pero todos coinciden en que se trata de la época de oro de los Habitués, cuando de tarde en tarde los muchachos dejaban caer su estampa diquera por el Club Social, Cultural y Deportivo "Las patas en la fuente". Si mal no recuerdan los cronistas la foto corresponde al día de la inauguración del clú.


En el centro de la foto, sonriente, su fundador, don Domingo (para los amigos era Pocho, aunque los muchachos le decían cariñosamente "el Viejo"), eterno presidente de la Comisión Directiva, y ganador por afano en cada elección. Tipo querido, al Pocho le gustaba asomarse al balconcito que daba a la calle, tenía esa manía el hombre, pa' conversar y saludar a los vecinos y regalar algún que otro pan dulce, alguna sidrita.


El grandote con pinta de papá nuel es Carlitos. Ex-luchador de catch y a la sazón profesor del club, donde dictaba clases de lucha. Aunque no se llevaban muy bien se decía que el Viejo, flor de pícaro, lo aguantaba porque le atraía a la muchachada. Filósofo, habitué de mostradores mistongos y entrañable camarada, gran discutidor, dialéctico, siempre con su vasito de grapa, acostumbraba deslumbrar a los muchachos con sus esclarecedoras teorías sobre el devenir del barrio y especialmente con su casi científica certeza sobre quién, indefectiblemente, habría de matarle el punto a la pituca "Los Burgueses, la capital de la pizza", la pizzería donde se juntaban los estirados del barrio y a la que los muchachos tenían prohibida la entrada desde que una navidá, y en complicidá con los mozos del lugar, habían repartido fainá a los chicos del barrio sin el consentimiento de los dueños.


A la derecha, el Bebe, al que los pibes le decían en joda "el Delegado". Durante un tiempo fue la mano derecha de don Domingo y atendía todos los asuntos cuando el Viejo no estaba presente (en esa época el Viejo ante cualquier quilombo decía "si lo dice el Bebe es como si lo estuviera diciendo yo, ¿tamo'?"), pero el tiempo (y la distancia, el Bebe se mudó a la calle La Habana) y la creciente amistad del Bebe con Carlitos fueron enfriando la relación.


En la foto también aparece, arriba y a la izquierda, claro, el Gringo Agustín, electricista del club. Entrañable amigo y compañero de correrías de los muchachos ahí por los corsos de Avenida Córdoba, donde siempre se terminaban armando tremendos despiporres (era fama que los corsos de Avenida Córdoba únicamente terminaban cuando caía la policía).


Y abajo, al lado de Pernod, el querido Alfredito, yorugua y cantor, con el que los Habitués gustaban de cantar de vez en cuando en las largas trasnochadas cuando el clú cerraba la persiana para quedarse guitarreando hasta que amanecía.


Otros tiempos, tipos de los que ya no se encuentran...


La barra todavía los recuerda.


¡Salú!

4.11.09

filosofía habitué

Estimadísimo público:
nos acaban de avisar que por problemas con el Consejo Directivo de la Facultad 
la fecha se SUSPENDE
 
y bué... sabrán disculpar

viernes 6 de noviembre
LOS HABITUÉS
en

La Caravana!

Facultad de Filosofía y Letras (UBA)
Puán 480
    
desde las 23 hs

entrada $ 5

 Tute Cabrero (murga uruguaya) / Los Habitués (tango y murga fueyserá) / Se armó! (rock latinoamericano) / Saravá! (samba brasilero)

y después FIESTA pa' bailar toda la noche...


(organiza La Simón Rodríguez)

1.11.09

Sur



Ninguna

Esta puerta se abrió para tu paso.
Este piano tembló con tu canción.
Esta mesa, este espejo y estos cuadros
guardan ecos del eco de tu voz.
Es tan triste vivir entre recuerdos...
Cansa tanto escuchar ese rumor
de la lluvia sutil que llora el tiempo
sobre aquello que quiso el corazón.

No habrá ninguna igual, no habrá ninguna,
ninguna con tu piel ni con tu voz.
Tu piel, magnolia que mojó la luna.
Tu voz, murmullo que entibió el amor.
No habrá ninguna igual, todas murieron
en el momento que dijiste adiós.

Cuando quiero alejarme del pasado,
es inútil... me dice el corazón.
Ese piano, esa mesa y esos cuadros
guardan ecos del eco de tu voz.
En un álbum azul están los versos
que tu ausencia cubrió de soledad.
Es la triste ceniza del recuerdo
nada más que ceniza, nada más... 


Homero Nicolás Manzioni, el Barbeta, el santiagueño y porteñísimo don Homero Manzi.

¡Salute, maestro! ¡Y que los cumpla muy feliz! ¿Ciento dos ya? la pucha...