4.2.09

HIJO(S) DE UN PUERTO

(Antes que nada, una aclaración: es fácil homenajear a los que ya no están y decir que fueron o podrían haber sido amigos nuestros, total, el homenajeado en cuestión no va a decir lo contrario. Pero con uno que anda vivito y coleando ya es distinto... Lo que ocurre es que no queremos dejar de decir, quizás de contentos nomás, que acaba de salir un disco, entre tantísimos discos increíblementehermososyelogiables, que merece a nuestro juicio una mención especial. Entonces.)

Entonces: hace poquito Alejandro del Prado sacó un disco. Sí, ése, el hijo de Calé, el de la "Murguita de Villa Real". Sí, ése. Y, la verdad, como dijimos antes, nos alegra.

Porque Alejandro del Prado es desde hace tiempo una especie de héroe de los Habitués, porque además de haber tocado de pendejo el guitarrón con Zitarrosa en México, es uno de los pocos que se animó, allá recién empezados los ochenta, recién parida la democracia y muchos despertando de tantos exilios, a entrarle a la música popular de esta parte extraña del mundo que es este puerto, con tanta sencillez que deslumbra, como si fuera lo más natural del mundo. Y esa es, justamente, su mejor virtud. Porque Buenos Aires, tan europea ella, tan cosmopolita, siempre sospechó de lo que le salía naturalmente, desconfiada de lo que es, siempre tratando de parecer otra cosa. Pero, por suerte, de un tiempo, o de la historia, a esta parte, siempre hay alguno metiendo las patas en la fuente, para escándalo de esos que nunca faltan. A joderse, hermano, en buena hora, que hace calor y está linda el agüita.



Entonces: humildemente, hay que escuchar "Yo vengo de otro siglo", el disco nuevo de Alejandro del Prado. Escucharlo, saborearlo, dejarlo entrar, deslumbrarse con los bandoneones, volverte loco con la distorsión de la guitarra, adivinar allá en el fondo el bombo de murga, masticar cada palabra, porque cada una, esas y no otras, están diciendo cosas que vale la pena ponerse a pensar. "Con 2 X y 1 tango", "Hijo de un puerto", "Las virtudes del petardo", "Pagadiós", "Zitarroseando", entre otras... mamita querida, poesías tremendas, canciones, hermosas canciones, tanguitos, murguitas, música de otro siglo (seguro de alguno que está por venir).

Los Habitués, locos de y por Buenos Aires, queríamos nomás decir eso, que estamos contentos, y sorprendidos, y admirados, y emocionados, y..., de que haya un disco de Alejandro del Prado dando vueltas por ahí.

No se pierda, maestrocompañero, que la música de usted, sus palabras nuestras, se parecen bastante a lo imprescindible, a lo que hace falta. Música popular, poesía, lucidez y belleza.


Los Habitués, chupamedias, ¡y a mucha honra!