14.12.09

Pa' lo que te va a durar (parte I)

"Es un intelectual", dicen. Y aunque es más bien para llorar, perdonen si me cago un poco de la risa. Porque mire que por más que hago el esfuerzo ni por putas veo algo que se le parezca nomás un poco. Porque si de escribir libros se trata, ¿Belén Francese sería una intelectual?

Leyendo las declaraciones de este señor se me ocurre pensar que, pobre, es un tipo más bien basto, bah, un bruto, y su pensamiento es grosero. Pensamientos de trazo grueso, argumentos deshonestos y poco menos que torpes... ¿Qué quiere que le diga?, no es precisamente la imagen que yo tengo de un intelectual. Esperaría encontrar en todo caso buenos razonamientos, las patitas bien ancladas en la lógica, un uso por lo menos preciso del lenguaje, y, ¿por qué no?, algo de nobleza. Cualidades éstas todas que brillan cual supernova por su ausencia en el coso que salió en el diario. Así que ¡a alegrarse, conciudadanos!, porque este buen señor, torpe, grosero y brutal, es el nuevo Ministro de Educación porteño. Un fino sinsentido más para mi Buenos Aires queriiiidooo...


Sensaciones

Como muestra de la torpeza, ¿o será deshonestidad?, de este intelectual de fuste basta un botón ("epíteto que le calza a la perfección", dice Moscato). Hablando de la "inseguridad" ataca con una chicana: "Un ministro con inclinación verbosa y metafísica le dijo a la gente que padecíamos una sensación". Bueno, pues, señor, no me joda, la "inseguridad" ES una sensación. Porque “inseguridad” es, o sería, digamos, estar inseguro. “Estar inseguro” significa, en este caso, que existe la posibilidad de ser nosotros víctimas de un delito. No es un hecho en sí, es una posibilidad. Muy estadísticamente cierta, no le digo que no (pero déjeme también hacer la salvedad de que "posibilidad" y "probabilidad" son cosas distintas). Entonces existe la posibilidad, también existe la probabilidad, claro, pero el delito aún no se ha consumado. Puede consumarse o puede no consumarse, ¿verdad? Entonces, ministro, la "inseguridad" a mí humilde entender sí es una sensación, fundada en un temor más o menos lógico, más o menos real. Lo que no es lógico y nada inocente es el uso y abuso que con impunidad alguna gente y sus amigos dueños de medios hace de esa sensación, y la agita junto al miedo, mala mezcla, como se agita el dolor y la impotencia de las víctimas reales, en la pulseada para imponer políticas basadas en nociones bastante menos nobles. Reprimir al que delinque y, ya que estamos, reprimir al que disiente, reprimir al que protesta. Bala y palo para el que molesta, para el diferente. Mmm... hay algo que huele mal en Buenos Aires. ¿No será, además de deshonesto intelectualmente hablando, un poco facho el ministro éste?


Fachus Mundi

Porque ¿qué es un facho? Un facho es esencialmente una persona que, sintiendo amenazados algunos privilegios de los que goza, ganados con esfuerzo o sin él, no importa, desprecia, odia, y, fundamentalmente, teme. Y miente. Así de sencillo. Bastaría con compadecerlos. Pero no. ¿Y por qué no? Porque estos muchachos, en tanto que desprecian y odian, y temen, y aunque en general exigen que otros lo hagan en su auto-adjudicado nombre de "gente decente", también matan.

Hay que reconocerle a estos muchachos cierta dosis de maquiavélica inteligencia. O más bien la posibilidad de maquillar un montón de defectuosas salvajadas, igual que Mariano, por ejemplo, con un velo de, por lo menos, algo así como "sentido común". Que de común no tiene nada, claro, ya que es pura ideología, con nombre y apellido, disfrazada de "lo que piensan los argentinos". ¿Perdón? ¿Yo, señor? Discúlpeme, pero yo no pienso eso...

Profesionales de la mentira y de la manipulación (no me acuerdo bien quién decía "miente, miente que algo quedará") en el nombre del “bien común” ocultan su verdadero rostro. Porque, hábiles, si dijeran lo que piensan REALMENTE no podrían ni salir a la vereda... por estar en gayola por apología de delitos aberrantes. Casi de lesa humanidad, mire…

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