14.12.09

Pa' lo que te va a durar (parte II)

Hay algo que es verdad, los crímenes de los que muchas personas son víctimas son cada vez más desmesuradamente violentos. Lo que no se dice es que vivimos en estado de violencia profunda y permanente. Nos tratamos con violencia, nos pensamos con violencia. En el bondi, en la calle, en la cola del banco, en las páginas de los diarios, en los discursos (hay que descabezar no sé qué cosa, dijo un zarpado el otro día), en la cancha y a través de la medianera. Son violentos los jóvenes y violentos los viejos. Son violentos los hombres y violentas las mujeres. La manera de relacionarnos es violenta. El sistema bajo el cual vivimos está basado en la violencia. Si en vez de solidaridad hay competencia, si en vez de justicia hay abuso, el resultado necesariamente es más y más y más violencia.

Porque, digamé, como para empezar: que un pibe sepa que desde que nace hasta que se muere va a vivir en estado de perpetua miseria y marginación, estigmatizado por pobre y por “negro”, deseando lo que otros sí tienen y él nunca va a tener, ¿no es un acto de violencia crónica? Imagínese una voz que le diga a usted todo el tiempo en el oído "sos una mierda". "Sos una mierda" cada vez que respirás. ¿No es cruel? ¿No es injusto? Yo estaría un poco enojado, qué quiere que le diga... Mi vida me importaría una mierda, y la de los demás también.

Porque ser pobre ¿es culpa de él? ¿Es culpa quizás de los padres, que no trabajan porque no quieren? ¿Y el padre del padre, que también era pobre? ¿Y el padre del padre del padre?, ¿también era un vago? ¿O no será más bien que los beneficios de este modo de relacionarnos que, recuerdesé, nos han impuesto a balazos se reparten un poco mal? Hay algo bastante sospechoso acá... Digo, hay quienes ganan siempre. Hay quienes siempre andan más o menos, y van tirando. Y hay los que siempre pierden. ¿De quién es la culpa entonces?


Violencia es mentir

Los pibes de mi barrio hoy salen a matar y a morir, es cierto. Y es una tragedia, enorme, que una vida, que tantas vidas, la de ellos y las de sus víctimas, valgan tan poco. Pareciera que poco vale la vida de quién sale a comprar y no vuelve, como mucho menos valen las vidas de los pibes que sin que nadie se escandalice se matan con el paco, genocidio en marcha, las de las pibas que mueren al hacerse un aborto en condiciones infrahumanas, las de los pibes que sencillamente se mueren de hambre o de enfermedades que deberían estar erradicadas. ¿Qué carajo nos pasa? La hipocresía no tiene nombre en este ispa. O sí tiene: egoísmo. Y desprecio. Y cobardía.

La violencia de la que todos somos víctimas y sobre todo responsables (sí, usted, "hombre de bien" que no le hace daño a nadie, también es responsable) se resuelve con justicia. Esa con mayúscula, que se parece a la ética, al respeto, a la solidaridad. Y no al temor, ni al desprecio, ni al odio. Del otro delito, de la otra violencia, la organizada, la que crece al amparo de la corrupción y de los chumbos oficiales, el señor no dice nada. Y acá está la madre del borrego. Entonces, ¿más poder a la policía sin preguntarse qué hace la policía con ese poder? ¿Para qué? ¿Para defender a los “argentinos de bien”? ¿O en realidad para que los marginados, los “negros de mierda”, los desocupados, los laburantes, aprendan de una vez por todas que con la "gente decente", es decir, los dueños de casi todo, no se jode? Como era antes, cuando estábamos mejor, con palazos en el lomo…

Los delitos una vez consumados deben castigarse, pero sobre todo prevenirse. Antes, y primero que nada, hay que trabajar mucho y muy profundo para eliminar las causas (son políticas, son económicas) que llevan a muchos hombres y mujeres y niños de este ispa a la necesidad de cometer un delito. Mientras otros se enriquecen sin una pizca de vergüenza. Curioso, ¿no? De más está decir que esto no es algo que desvele al flamante ministro. Ni al intendente. Y claro, si total ellos la pasan bomba…


Ni el tiro del final te va a salir

Por suerte, estos pibes PRO, además de fachos, son bastante imbéciles, y, por suerte también, vivimos en democracia. Y aunque en general no parezca, últimamente por lo menos, algo de dignidad nos queda. Algo aprendimos. Así que, Abelito, esta barra, y mucha, mucha, mucha gente más, le desea éxito y hace votos por su pronta renuncia.

Los Habitués, que de intelectuales no tienen nada, y mucho menos como éstos, brindan por lo que todavía falta. Aprender, reconocer y defender. Y pelear. Que falta mucho por hacer (casi todo en realidad).

Manuel "el Negro" Flores

¡Salú!

Nota de la redacción: el presente artículo fue escrito medio a las apuradas sin conocer en profundidad el bello conjunto de declaraciones y notas hechas por el fulano éste. Habiendo subsanado el error y comprobado la real envergadura de sus dichos, el grado de indecorosa impunidad con el que miente y se suelta a hacer campaña ideológico-política de la peor calaña, nos queda la sensación de haber escrito ñoñerías. Tarde piaste, Flores... Sólo nos queda afinar un poquito más la puntería y señalar que, además de basto, grosero, brutal y deshonesto, está claro que además es un verdadero y reverendo... criminal (iba a poner otra cosa pero guardemos las formas). Y qué quiere, también, con los amigos que tiene...

¡Qué bárbaro, che! ¿Cuándo vamos a aprender, caramba?

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