22.11.09

Criterios habitués

Mi amigo Juan Carlos Larousse (dígase larús), tipo pequeño pero ilustrado que ya presentamos en otra oportunidá, dictamina que la definición de "criterio" es: "Norma para conocer la verdad". Ahá. O sea, se ve que vendría a ser una especie de parapsicóloga o similar llamada Norma a la que uno acude para conocer LA verdá.

Habitué: Y hablando de todo un poco, Norma, digamé, ¿cuál es la verdad?
Sra. Norma: A ver… No se ofenda, pero la verdad es que usted tiene toda la pinta de ser un perfecto chitrulo.
Habitué: Ahora lo entiendo todo. Gracias, Norma. ¿Qué le debo?

Mmm... me parece que esto no tiene un corno que ver. Pasemos a la siguiente definición. Juan Carlos, prosiga, por favor:

CRITERIO m. Juicio, discernimiento.

¡Ja! Si hay un grupo de malandras en este malhadado mundo que ni por asomo tienen una pizca de juicio, y mucho menos de discernimiento, son mis amigos Habitués. Juicios penales tienen. "¡La historia me absolverá!", dicen que gritó Moscato en una audiencia pública en la que se pretendía, ¡ilusos!, que pagará una multa por sacar la basura fuera de horario. ¿Y discernimiento de qué, además? Campari, que es bastante chicato, no discierne tres arriba de un burro, por ejemplo.

Ni hace falta que diga que los Habitués jamás disciernen entre "el momento oportuno" y "el peor momento" para ejecutar alguna cosa, cualesquiera que ésta sea, razón por la cual se la pasan metiendo la pata sin ton ni son y armando, claro está, imponderables quilombos que, a la postre, siempre terminan con un previsor y oportuno raje (ese momento sí lo disciernen bien, ¿vio?). Desde un "¿cómo está su marido?" a la flamante viuda de Etchepare, hasta ir a pedir la mano de Sonia Solís Peyrano el día que cumplía... doce añitos. "Parece más grande...", arguía Vittone con la bolsa de hielo en el ojo morado. Desde apasionadas declaraciones de amor eterno, en voz alta, a mujeres casadas (con jugadores de ragbi o forzudos levantadores de pesas), hasta por las dudas soltar un "no quiero" con 32 de mano. "¿Qué pasa, che, no hay que mentir acaso?".

Sintetizando, como los criterios que manejan en general para todas las cosas son más bien vagos, como ellos, apenas agarrados con broches de la ropa (o pegados con moco, diríase también), cuando no la mar de caprichosos, las cosas a veces se les complican, hay que decirlo, y llegamos por fin al punto de confesar que andan metidos en un brete de difícil resolución.



El asunto es así: se viene Carnaval y los muchachos, que andan con ganas de estar en primera fila, andan cortos de vento. Para usted, que ya se la ve venir, dejemé explicarle. La cuestión es la siguiente: Nino y Armando están emperrados con que no quieren manejar la chata de corso en corso (así pueden escabiar, dice Nino), y que la papa es contratar un escolar que te lleva y te trae hasta la puerta de tu casa y chaupinela con la alcoholemia y la mar en coche. Y mirá que los queremos convencer, pero los tipos insisten y hacen puchero...



Descartada la posibilidad de salir a escruchar un banco (¡ojo!, de la fiaca nomás que les da cavar un túnel, no vaya a creer), pedir un crédito (ninguno tiene recibo de sueldo), y, después de analizar distintas estrategias siguiendo ilustres ejemplos en esto de desplumar incautos con cualquier porquería, pensaron organizar un "Cantando por un Sueño" (el de Nino, claro, de poder mamarse a gusto), o un Baile "de caño" (¡todo el mundo a bailar...! Y aflojá la de cuero rapidito que esto es un asalto...).

Decidieron al fin, gracias a dios, pa' hacerse de unos morlacos sin demasiado esfuerzo, hacer una juntada a beneficio, de ellos mismos, claro, y como algo de pudor todavía les queda, parece, por ahí se cantan algo. Que además es lo que más les gusta hacer.

Así es que (¿cómo era eso del criterio?) los Habitués con su finísimo olfato, ¡ah, certera intuición!, su ojo de buen cubero, decidieron hacer las últimas presentaciones del año en los Buenos Aires justo a fin de mes cuando nadie tiene un mango...


Pa' ir cerrando entonces: Señoras y señores, los Habitués, a mucha honra completamente faltos de criterio, de juicio y de discernimiento, una vez más (no va a ir ni el loro, ya van a ver, manga de plomazos…), invitan a todos sus queridos amigos y amigas, familiares, vecinos, y a todos los amigos que todavía no conocemos que gusten prenderse, pa' que nos acompañen en esta patriada. Campanéa: Flores sur, barcito, nochecita de viernes y/o de sábado, una cervecita, por qué no un totín, amigos, bellas señoritas y apuestos caballeros, los Habitués como en casa, unos tanguitos y algo de murga. Y dos funciones dos cada noche en un evento íntimo, anplag-d-t, como se dice ahora, sutilmente de la gorra, y a la gorra (nunca para o con la gorra).

Sin compromiso de compra, total la gorra tampoco discierne, se vienen, se toman un vinito con nosotros y semo’ felices un rato. ¿Qué tul? Ta bueno, ¿no? Séee. ¿Ah, no? Nimporta, che, vénganse igual.




Queridos amigos y amigas, hermanos y hermanas de mi patria, compañeros y compañerazas, saquen papel y lápiz que el convite es el

viernes 27/11, el que viene, y el sábado 5/12

2 funciones: 21 y 23 hs., masomeno
 
en CRITERIO Café Cultural

Varela 503, entre Avenida Directorio y Tandil.
A 6 cuadras de Plaza Flores, pa’l sur.

¿Se vemo' ahí? ¡¡¡Vamo'!!!

¡Salú!

PD: por correo les mandamos el volador para que nos den una mano pa' difundir. Los Habitués, una vez más, agradecidos.

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