Supongo que hoy me habré de servir una ginebra y, quizás, y de a una en fondo y en ese orden me inyectaré en las venas toda la música del quía, el Flaco, el Capitán Beto, insospechadamente amado como pocos, sorprendentemente amigo, dulcemente hermano, florcita, luz del sol sobre los gajos frescos, alma de diamante que se fue antes pero queda...
Mañana, náufrago de resacas y de tristezas, de seguro me voy a sentar un cacho al sol y con la viola rascaré algún acorde, de esos raros de los tuyos, tarareando alguna letra (por ahí un lagrimón me acompañe o quizás no) y pensaré, sentiré más bien, después, en silencios llenos de músicas yo te amo tanto que no puedo despertarme sin amar... Y me iré a vivir, agradecido.
¡Salú, Flaco! Un brindis habitué por la magia y la belleza, ¡troesma!
Aunque me fuercen yo nunca voy a decir que todo el tiempo por pasado fue mejor, ¡mañana es mejor!
1 comentario :
Como siempre, ustedes Habituès, emocionàndome, la pucha...de emociòn en emociòn ando, desde ayer a la tarde cuando me enterè que El Flaco se habìa ido...difìcil de digerir tan enorme vacìo que queda, pero por suerte lo q perdura es su mùsica y en ella todo lo hermosa persona que fue èl. Salù a toda la muchachada que en estos dìas, seguramente no dejarà de pensarlo.
Joa
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