Pero la fama, lamentablemente, cuesta y se paga con sudor, como decía la negra aquella que bailaba, la del bastón, y siempre hay que empezar por el empiezo. Cuestión que (no sé cómo pero se nos pasó mencionarlo) podemos decir con orgullo que acabamos de entrar en la galería de los artistas notables, porque... ¡NOS HICIERON UN REPORTAJE!
¡Vamo' lo' pibe, carajo! Y si no me cree, pizpee:
Los Habitués: Jóvenes (ponele), apuestos (ponele también) y talentosos (bueno, che, tampoco la pavada...) |
¿Y?, ¿qué tul? Sí, señor, ¿vio que era verdá? No, si cuando yo le digo que apriete el pomo, es Carnaval... O viceversa. Pero no importa. Lo importante es que, vea: no le voy a recomendar que lea la nota porque, la verdá, estábamos un cacho nerviosos y como cuando nos preguntan no sabemos muy bien lo qué decir, entonces mentimos... Pero la revista —Sudestada, por si no le dije, una de las mejores revistas culturales y políticas que andan dando vueltas— está buena por todos los wines, altamente recomendable, y bien vale la pena pegarle una leída. Así que vaya a su quiosco amigo, se la compra que está tobara, se lleva un flor de revistón, y de paso se entera de nuestros romances, o de que Rodolfo acaba de salir de la clínica donde se estuvo rehabilitando por su adicción al Nesquik.
En fin: modestia aparte, unos grandes. ¡Salú!
(¡Gracias, Florencia, y Mariana, por ser como son!)
No hay comentarios. :
Publicar un comentario