Y sí, señores, señoritas, todo concluye al fin...
Esta barra, patota rante y musical, detiene su andar,
merecido descanso, por un tiempito.
El oficio de cantor callejero
nos viene deparando
demasiadas
alegrías;
por eso,
en este final,
final feliz del más feliz
Carnaval de nuestras vidas,
nada más nos queda AGRADECER
a Momo, a Carlitos... y a USTEDES, che,
por todo, POR TANTO.
¡Salú, barra querida!
Y hasta ahora nomás...
(que esto recién empieza...)
No hay comentarios. :
Publicar un comentario