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31.7.09
Que el letrista no se olvide
26.7.09
Si Evita viviera...
la que odiaban los garcas de ayer (¿y los de ahora?)
va, para ella, para Eva, nuestro humilde homenaje habitué, laburante y descamisado. Por mujer, y por tener los ovarios que a más de un macho, después, le hicieron falta.
Hoy, además del brindis de rigor, le prendemo' una velita, pa' que vuelva en millones. ¡Salute, compañera!
23.7.09
¿el héroe solo?
20.7.09
"¡Qué murga de m...!"
Cuando un grupo de amigos no enrolados en ningún equipo se reúnen para jugar al fútbol, tiene lugar una emocionante ceremonia destinada a establecer quiénes integrarán los dos bandos. Generalmente dos jugadores se enfrentan en un sorteo o pisada y luego cada uno de ellos elige alternadamente a sus futuros compañeros. Se supone que los más diestros serán elegidos en los primeros turnos, quedando para el final los troncos. Pocos han reparado en el contenido dramático de estos lances. El hombre que está esperando ser elegido vive una situación que rara vez se da en la vida. Sabrá de un modo brutal y exacto en qué medida lo aceptan o lo rechazan. Sin eufemismos, conocerá su verdadera posición en el grupo. A lo largo de los años, muchos futbolistas advertirán su decadencia, conforme su elección sea cada vez más demorada.
Manuel Mandeb, que casi siempre oficiaba de elector, observó que sus decisiones no siempre recaían sobre los más hábiles. En un principio se creyó poseedor de vaya a saber qué sutilezas de orden técnico, que le hacían preferir compañeros que reunían ciertas cualidades.
Pero un día comprendió que lo que en verdad deseaba era jugar con sus amigos más queridos. Por eso elegía a los que estaban más cerca de su corazón, aunque no fueran tan capaces.
El criterio de Mandeb parece apenas sentimental, pero es también estratégico. Uno juega mejor con sus amigos. Ellos serán generosos, lo ayudarán, lo comprenderán, lo alentarán y lo perdonarán. Un equipo de hombres que se respetan y se quieren es invencible. Y si no lo es, más vale compartir la derrota con los amigos que la victoria con los extraños o los indeseables.
no sé si he sido claro
Más allá de estas cuestiones, y como los Habitués a sus amigos los festejan y los honran todos los días, en realidad propugnan establecer el más interesante Día del Enemigo. Porque, enemigos, enemigos mortales, los Habitués tienen unos cuantos. Entonces: qué tal plantear un día rojo, una trinchera de combate, una ocasión para enarbolar banderas, gritar consignas, organizar tumultos y escaramuzas, hostigar a los pinches tiranos con gomeras de rulero, retar a duelo tenaz y perpetuo al ortiba y al innoble; contra las almas vulgares, los sentimientos berretas, los corazones desleales, tanto sorete impune, contra los pagados de sí mismos, contra el falso, el traidor y el fariseo, los salvages e inmundos unitarios, los helados espíritus, los que no sienten nada, la mala educación de algunas niñas, los conductores de televisión, el intendente de la ciudad, la mesa de enlace y la hora de cierre de los bares, por citar al tuntún.
En fin...
Al mismo tiempo también nos enteramos que hay quienes proponen cambiar la fecha del Amigo al 19, en homenaje al quía de la foto. Rosarino, un baluarte del humor y la amistad, habitué como pocos, don Roberto Fontanarrosa.
De más está decir entonces que Los Habitués, fervorosos militantes de toda causa que tenga por objeto honrar a los amigos y a la gente que vale la pena, como el Negro, todos los días de la vida y más allá, estamos entusiastamente de acuerdo.
14.7.09
Alonsanfándelapatgggriiiii...
Nuestro querido colega, por su parte, gusta de sembrar la confusión: a veces dice "oui", a veces dice "bo", y así...
Hoy, oyurduí, 14 de julio, se cumplen, si las cuentas no me fallan (a ver.. 1789... 2009... mmm), doscientos veinte años de la toma de la Bastilla y de la Declaración de los Derechos del Hombre. Así que nuestro compañero Pernod y sus amigos habitués, salen esta noche a festejar y cantar la Marsellesa, a levantar la copa de ajenjo por aquella revolución, y, sobre todo, a hacer votos por todas, las tantas, que todavía faltan.
(La imagen: La Libertad guiando al pueblo, de Eugène Delacroix, 1830. ¡Qué pintor, eh! Psss, un pichi...)
11.7.09
¡Tocate una, Gordo!
El 11 de julio de 1914, hace como 95 años, en Cabrera al 2900, porteño barrio del Abasto, nacía el querido Gordo, Pichuco, Aníbal Troilo. Después, a los 8 años, en una fiesta, escuchó por primera vez tocar un bandoneón.
Y listo.
Así que hoy, en su día y en su honor, se celebra el Día del Fuelle. Casi nada.
¡Tóquese algo, maestro! Que Los Habitués sabremos escucharlo en silencio, brindar por su estampa y su memoria, y por ahí acompañarlo con algunos pasitos... si alguna señorita se prende y nos hace el honor...
Ah, ¡y saludos a Grela!
6.7.09
la verdad de la milanesa...
5.7.09
¡UNA SOLA CASA!
La Patria, la grande, la casa de nuestros padres, de nuestros hijos, nuestra casa... la América nuestra
un destino
y los mismos hijos de puta de siempre (aquí, allá y en todas partes...).
4.7.09
¡Adiós, Nonino!
3.7.09
Este viernes: GRIPE chorrA...
Queridas amigas, amigos, se pudrió todo... y no llore, Pascualón, hágame el favor, hombre grande...
Esta gripe traidora arrasó con el espíritu y las gargantas habitués y nos escruchó la presentación que íbamos a hacer esta noche de viernes en el Centro Cultural El Cántaro... Tristes, sin un cobre, las defensas bajas y el alma inquieta, Los Habitués no se presentan esta noche, sabrán disculpar aquellos que se acerquen para vernos, por no poder avisar a tiempo.
Los espíritus corajudos pueden arrimarse al Cántaro que LA FECHA NO SE SUSPENDE, y el locro, los amigos de los Viernes de Rejunte, La Lechuza Engualichada y Cafrone del Mantoque estarán allí a pie firme para recibirlos.
Por nuestra parte, la próxima allí estaremos, para compartir y estar junto a ustedes donde más nos gusta: en la yeca, en los bares, en la fiesta de encontrarnos. Porque ya lo verán: tanto va el Habitué al Cántaro que al final la rompe...
Aprovechemos la volteada, tecito de por medio, para darle calorcito al espíritu y preparar el Antídoto contra todos los males de este mundo.
Porque como dice el poeta:
¿quién resistirá cuando el Arte ataque?