30.10.12

LONPLEI HABITUÉ: la verda'e la milanesa

Ay, ay, ay, chicos, chicos, chicos, querubines de Momo...

Cómo agradecer tanto cariño, tantas palabras sentidas... Los Habitués andamos hinchados de orgullo como... bueno, eso, en querosén, la frente bien alta y una sonrisa de paparulo que se nos aquerenció en el escracho y amenaza con quedarse...

El lonplei, el laaarga duración (porque es laaargo el guachín), de un tiempo a esta parte no hace más que llenarnos de satisfacciones gracias a los calurosos mensajes de felicitación y alegre regocijo que ustedes nos hacen llegar. Ahora bien, nobleza obliga, es preciso aclarar algunos tantos. Porque, claro, usté ve esto


y dice, como nos han dicho, la gráfica es sublime, excelsa, me vuela la peluca, es de puta madre, por ejemplo. Pero viene a resultar que detrás de toda obra de arte está la maña y el esfuerzo, el artificio, el firulete del artesano, el malabar... Toda obra de arte no es más que un gran buzón con alguna que otra verdá entremezclada con grandes dosis de impredecible azar. La clave de todo el asunto es poner cara de que eso que le salió lo hizo a prosópito, adrede, a sabiendas, digamos, y no va que la gente dice ¡faaachu! y uno que no termina de entender nada de lo que le dicen porque sabe, conoce, la cocina de todo el asunto...

Así las cosas es que nos vemos en la obligación de retribuirles los piropos recibidos con la honestidá que siempre nos caracteriza, así que les enchufamos acá ajoba nomás lo que vendría a ser como el meiquin'of, el detrás de escena, el cómo unos mamertos como éstos hicieron Las Patas en las Fuentes. En síntesis, la verdá de la milanesa. ¡La papa, papu! Ahí va:


Ejem... En fin, quéselevacer... ¡Salú!

Imprimir entrada

No hay comentarios. :