24.3.12

LONPLEI HABITUÉ: la verdá de la milanesa

No es fácil grabar un disco, no señor... No es que uno va, abre la jeta y listo, ahí tenés el disco... No, no, no... No es nada fácil grabar un disco, no... Esta reflexiva reflexión surgió la otra noche en el bar de siempre, terminado este hermoso y florido Carnaval porteño dosmildoce (y vuelta algo así como la calma y por qué no la esgunfia a estos agitados y pasionales cuores habitués), cuando para masomeno el doceavo brindis alguno propuso:

—Compañeros, ¡por el disco!
— ...
—Cierto. El disco. 
—¡El lonplei! ¿Y el lonplei, bolú?

Y ahí nomás volteando la bocha vimos con espanto en el mostruo invasor e infame de la esquina superior del bar la placa roja de Crónica intitulando LOS HABITUÉS: CUATRO MESES Y TODAVÍA EN VEREMOS. Un sudor frío nos recorrió la espalda y, al salir atropellando, comprobamos que en caracteres similares titulaban las portadas de los diarios, y que incluso algunos pasquines amarillos (del PRO, de seguro) de lengua bífida y roja cornetita empezaban a deslizar que en realidad no estábamos grabando ningún disco y que todo, la preventa, los estiquers y la mar en coche no son más que una gigantesca matufia pa' vivir de la generosa ingenuidá de los incautos. Lamentablemente, aunque Carlín sabemos que miente, hubimos de reconocer que en este caso (habíamos dicho que iba a estar en diciembre), pareciera ser la más verdadera de las verdades.

Así que, señores, señoritas, por estas razones y algunas más es que viene a resultar que nos vemos en la obligación de hacer las aclaraciones del caso. A saber:

El disco habitué, el famoso lonplei, que ha de intitularse Las Patas en las Fuentes, YA ESTÁ TERMINADO. ¡Sí, señor, sí, señorita! ¡Sí, pebetes y pebetas, purretada carnavalera de noble corazón! ¡¡¡Sí, mecachendié, síííííííííí!!! ¡¡¡Vamo' lo' pibe', carajo!!!


Todo grabadito, habitués e invitados (¡no sabé' los invitados, no sabé'!), todo editado; monono, pechocho, una pinturita, vea, una joya propiamente del tango y murga fueyserá, qué quiere que le diga... Y la gráfica, ¡ah!, palabras mayores... Creamé, un infierno conceptual, una gloria de la estética popular y arrabalera.

Ahora bien, usté, que en este momento se está comiendo las uñas de los nervios, atacado por la ansiedá y las ganas de tenerlo en sus manos, besarlo y acariciarlo (¿¿¿???), y ponerlo finalmente en su coso reproductor, todavía hemos de pedirle un cacho de paciencia...

—¡Ah, no, pará, pará, pará...! ¡¿No es que está terminado?!... taquelotiró de las patas, canejo...

¡Epa!, no se ponga así, mi amigo. Lo que pasa es que todavía faltan la mezcla y el mastering. O la mezcling y el masters... ofdeiúnivers, no sé muy bien..., para que todo se escuche como Carlitos y dios Momo mandan. Y después... sí, después, hay que mandarlo a replicar, a imprimir el librito, a empaquetar; en síntesis, un sinfín de trámites bastante rompequinotos pero que son inevitables... Cuestión que, casi con seguridad, el lonplei va a estar en las bateas (y antes en su discoteca, por supuesto), en el mes de mayo del presente año dosmildoce DC. Si así no lo hiciér... amos, que Dios, la Patria, Momo, y el abogado de usté, nos lo demanden.

Para que se entretenga y de paso vea que no le mentimos, le dejamos un adelanto de lo que va a ser. Ahí tiene:



¿Y, qué tul? Temazo, ¿eh?... ¡Ah, no!, pere, pere... Ahora sí, ahí va:


¿¿¿Y???, ¿le gustó? Ojála que sí (tenga en cuenta que todavía está sin mezclar, pero masomeno se escucha, ¿no?).

Compañeros queridos, amigas y amigos del alma, ¡tantísimas gracias por la mano invalorable que nos han dado!, y la paciencia...
¡Salú!

Imprimir entrada

No hay comentarios. :