5.1.11

candombe de reyes (3)

Qué quiere que le diga, humildemente creo que el mundo es mejor con los Reyes Magos que sin ellos... decía en la crónica anterior.

Porque incluso si nos atenemos a la tradición cristiana, los Reyes son tres tipos sabios, que la sabían lunga, que se juntaron pa' celebrar el nacimiento de un buen tipo, porque sabían o sospechaban que el gurrumín, en tanto hijo de Dios y a puros milagros, iba a dar que hablar.

Personalmente creo que la idea vale la pena, ya que todos somos hijos de la misma madre y de un mismo padre -al que le guste a ese conjunto lo puede llamar Dios- y, sobre todo, porque todos podemos hacer milagros.

El milagro de entender y de tolerar, el milagro de querer y de dar... El de ser un buen tipo en este mundo feo, y de tratar de ser un poco, sólo un poco mejor que lo que el mundo espera de nosotros; donde nuestros modelos de conducta son los degradados mostrencos que salen en Tinelli; o la inteligencia de Luis Majul, sin ir más lejos... y por no hablar de cosas aún peores.

(la Humi, que junto a los Reyes fue la delicia de
mi infancia, con la tapa del gran Carlos Nine)
En fin, en honor a nuestros queridos Reyes Magos, y en homenaje a todos los buenos tipos que en el mundo han sido y serán, esta noche hacemos un brindis y nos vamos temprano a la cama. Pero no sin antes agregar aquí tres yapas, para aguantar la espera sin comerse las uñas:

La primera, visual, y nada más que un detalle, y sólo por si no tiene nada que hacer y puede colgarse un rato. La primera parte de la película Zeitgeist, una joya que recomendamos ver completa (mal que le pese a Yorsh Dabliú Bush, yúnior). Y lo posteamos aquí no para fomentar polémicas e incredulidades, ni para decir cosas ya sabidas (las manipulaciones del Poder y los pavorosos crímenes que en nombre de la religión cometieron y cometen algunas "iglesias"), sino quizás para hacer notar la increíble belleza y el terrible poder de las metáforas sobre las que venimos conversando.

La segunda, musical. El bellísimo y oscuro Candombe de Reyes, del Jaime Roos en homenaje al rey Baltasar, que salió en el disco Sur allá por el '87...



Y la tercera, literaria, de alguien que supo abordar estos temas profundos con mucha más gracia que uno. De don Alejandro Dolina, un fragmento del capítulo Los Hombres Sensibles, Los Refutadores de Leyendas y los Reyes Magos, del libro Crónicas del Ángel Gris, del '88...

"¿Qué virtud encierra creer en lo evidente? Cualquier papanatas es capaz de suscribir que existen las licuadoras y los adoquines. En cambio se necesita cierta estatura para atreverse a creer en lo que no es demostrable y -más aún- en aquello que parece oponerse a nuestro juicio. Para lograrlo hay que aprender -como quería Descartes- a desconfiar del propio razonamiento. Por supuesto en nuestro tiempo cualquier imbécil tiene una confianza en sus opiniones que ya quisiera para sí el filósofo más pintado.
La incredulidad es -según parece- la sabiduría que se permiten los hombres vulgares.
Nosotros resolvimos apostar una vez más por las ilusiones."


Y con eso, está todo dicho. Quizás, al momento de estar leyendo usted estas páginas, y habiendo dispuesto ya todos los elementos necesarios -a saber: la carta enviada con antelación, agua y pasto en abundancia pa' los camellos, nuestro mejor par de lustrados zapatos- los Habitués estarán durmiendo confiados, aunque con algo de ansiedad. Si mañana comprobamos que los Reyes no nos han dejado nada, no importa. Habrá que tratar de ser más "amables" este año que viene. En síntesis: como veníamos diciendo, ser un poco mejores, que vale la pena transitar el milagro de la vida con un poco más de alegría, de nobleza, de fe en las cosas buenas y, sobre todo, de esperanza.

¡Salú!

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