Chabón de Puente Alsina. Después se las picó pa' Saavedra y pa' Belgrano. Pateó la yeca, se hizo cantor, la viola bajo el brazo de la zurda, cantando en boliches mistongos del arrabal, allá en el sur. Paredón y después.
El Feo, le batían; que tenía la gola grave pa'l gotán, decían los lonyipietros que no manyaban una, mientras las naifas suspiraban. Hasta que lo agarró Pichuco. Y de ahí, bacán, se nos hizo grande el quía.
Por ahí, en su honor, los Habitués se vayan esta noche a encurdelar en la esquina de Independencia y Balcarce, que hoy hace veintitrés pirulos que Don Edmundo se nos fue a pasear el escracho por el cielo, y, de paso, seguro, saludarlo al barba y cantarle algún tanguito reo y lunfa, no sea cosa.
El Feo, le batían; que tenía la gola grave pa'l gotán, decían los lonyipietros que no manyaban una, mientras las naifas suspiraban. Hasta que lo agarró Pichuco. Y de ahí, bacán, se nos hizo grande el quía.
Por ahí, en su honor, los Habitués se vayan esta noche a encurdelar en la esquina de Independencia y Balcarce, que hoy hace veintitrés pirulos que Don Edmundo se nos fue a pasear el escracho por el cielo, y, de paso, seguro, saludarlo al barba y cantarle algún tanguito reo y lunfa, no sea cosa.
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